Doña Cuchara de Palo

Un cuento es una de las mejores herramientas para imaginar, para desconectar, para  asumir el papel de los personajes y vivir sus aventuras y desventuras.
Nuestra amiga Mª José ( Sesé) que trabaja desde el curso pasado con nosotros compartiendo experiencias nos ha escrito un cuento muy bonito.
 Nos ha dicho que los dibujos os salen mejor a vosotros , así que los que queráis hacéis el dibujo del cuento y los podéis mandar a los correos de las profes para subirlos al blog.

Gracias Sesé por compartir con nosotros parte de tu tiempo y toda tu destreza con las palabras.

                                         DOÑA CUCHARA DE PALO
                                                                   AUTORA : Mª José López Beltrán ( Sesé)
Qué aburrida se encontraba aquella tarde doña Cuchara de palo. Hasta se pintó los labios para intentar alegrarse un poco. Pero no dio resultado, no entendía nada.
Cuando despertó de su siesta , descubrió que se encontraba sola en el cajón de los cubiertos. Completamente sola.
Ni don Tenedor de palo, ni doña Espátula de madera estaban allí. Tampoco la cucharilla de plata, ni el cuchillo del jamón.
- ¿ A dónde se habrían ido todos?.- No lo podía entender.
Buscó y buscó por toda la cocina, detrás de la puerta, en la despensa, bajo la mesa de comer, en el fregadero. Nada.
- ¡ Se han ido sin mí!.- pensó.
Y entonces le entró una gran tristeza creyendo que todos habían abandonado la casa de campo sin ella. Y que allí se quedaría sola hasta el próximo verano.
No lo pudo remediar y se puso a llorar. Lloraba y lloraba sin cesar, las lágrimas pronto formaron un charco en las baldosas amarillas.
Y , entonces, cuando menos se  lo esperaba. ¡ Sorpresa!.
- ¡Feliz cumpleaños!.- gritaron todos a coro, mientras salían del viejo aparador donde se habían escondido. - - ¿En verdad pensabas que nos habíamos olvidado de ti? – le dijo Don Tenedor de palo, cogiéndole la mano. Pues intentaba conquistarla todos los días.
Y ella se hacía la dura , pero en verdad estaba locamente enamorada de él, tan alto, tan bohemio, con ese aire francés.
Doña Cuchara de palo no podía ser más feliz. Todos los demás cubiertos fueron saliendo uno a uno de su escondite. Merendaron una riquísima tarta de chocolate y para finalizar se pusieron a bailar. Hicieron un corro y dejaron a Doña Cuchara de palo y Don Tenedor en el centro. Y bailaron un vals.
Y en aquel momento mágico doña Cuchara de palo supo que ya nunca más se separarían. Y así fue.
Algún tiempo después tuvieron trillizos, tres preciosos tenedores de palo.
Y …colorín colorado , este cuento se ha acabado.