Hemos abierto la caja de Torbellino y nos hemos encontrado , además de una hermosa carta escrita a mano ,unas lágrimas de colores que tenemos que llenar de dibujos. No son lágrimas de llanto , sino de risa, de felicidad , porque buscan hacer felices a los demás. Y así lo haremos.
Felices también con nuestra bolsita de lavanda. ¡ Muchas gracias Torbellino!
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